jueves, 25 de octubre de 2007

Nomenclatura y Apología del Carajo

Nomenclatura y Apología del Carajo
Por Francisco Acuña de Figueroa

La lengua castellana es tan copiosa,
En voces y sinónimos, tan rica
Que con nombres diversos, cualquier cosa
O con varias metáforas, explica.

Monarca, Soberano, y Rey...¡qué encanto!
Todo es un mismo nombre repetido,
Y tres veces también con un sentido
Son, Pontífice, Papa, y Padre Santo.

Pero hay de grande aprecio entre los hombres
,un cierto pajarraco, o alimaña,
Que tiene tantos sinónimos, y nombres
Que título tenía el Rey de España.

Yo, por tal de evitaros el trabajo
De una investigación algo penosa,
Diré que esa alimaña o quisicosa
No es el Papa, ni el Rey si no...el Carajo!

Miembro Viril, o miembro solamente
Te llama el diccionario...¡Qué mezquino!
Sus nombres en el uso tan frecuente
Son el nabo, el zurriago y el pepino

El simborio, la tripa y el virote
(flores son de la Lengua Castellana)
el visnago, la pica y la macana
son como la mazorca y el cipote.

El príapo, la porra , y el chorizo
El rábano, la pija, y el badajo;
Picha y ciruela en el Español castizo
Son sinónimos todos del Carajo.

El vergajo, la guasca, verga , y mango
El tarugo, el lenguado y la banana,
El pito, y el vitoque... es cosa llana
Que equivalen al chocho, y al zanguango.

La butifarra, el tronco y la batata
O el lagarto, le llama cualquier topo
El aquello, o la cosa, la Beata
Y el Fraile, la correa, y el hisopo.

Muchos suelen llamarle, el trompo, el sapo
Otros, el motillón, y el calabrote;
Los músicos, la flauta, o el fagote
Y el artillero espeque, o sacatrapo.

Siguiendo a la metáfora la hebra
Llámanle, el narigón, el nene, el chato
El tramojo, el merengue y de barato,
van péndulo, panal, bicho y culebra.

La berenguena, la pistola, el dómine,
Bien lo sabe cualquiera chuchumeco
Todos viene a ser Carajo “in nómine”
Lo mismo que el gazapo, y el muñeco.

En estilo vulgar, llámanle el rabo
Y algunos el peludo...¡Impropio nombre!
Pués por más pendejudo que sea un hombre
No tiene tales pelos en el nabo!

Tiene otros cien apodos que no cuento
Que aplica cada cual, según su antojo
Como el corvo, la pieza, el instrumento,
El mondongo, el apéndice, el hinojo.

El negocio, la polla, y la poronga
Van como suplemento...y pica punto
Que no falta purista que suponga
Que eso es miembro, y cojones todo junto.

He aquí en todas sus fases, y conforme
A la ley, por el uso sancionada
Con setenta y tres nombres señalada
Aquella quisicosa multiforme.

La cajeta de nombres menos rica
No puede competirle y alza moño
Aunque ostenta sus títulos, de Chica
O de raja, argolla, concha y coño.

Lejos de competirle, queda abajo.
En buen hora, le añadan papo, y chocho,
Nombres de morondanga...Ellos son ocho
Y entre todos no valen un ¡Carajo!

Yo, en cualquiera emoción, desahogo el pecho
Cuando un fuerte ¡Carajo! Desembucho....
Interjección potente del despecho
Que si es echada a tiempo, vale mucho.

Del sexto, en los sentidos corporales,
Es el carajo la mejor prescea;
Y más si es de esos miembros burricales
Que ostentan a la par Fajardo y Zea.

Palabra comodín, que entra al destajo
En todo, pues se dice sin reproche,
Fría como un Carajo está la noche
O caliente está el sol, como un Carajo.

Un buen gallo contenta a cien gallinas
Y a diez hembras, cualquier mameluco
Y por ser bien armado, el Rey Nabuco,
se preñó a cuatrocientas concubinas.

No me vengan, hipócritas devotos,
tratando de indecentes mis razones,
ellos dicen, testículos y escrotos,
y se asustan de huevos y cojones.

El venerable Astete, sin reparo,
Y en verdad que ninguno lo acrimina
No fornicar prescribe en su doctrina
Que es decir, no joder hablando claro.

En asunto de nabo o de cajeta
Pan, pan , y vino, vino, es lo acertado
Dígase claramente que es pecado
El hacerse la paja o la puñeta.

El profeta Exequiel, dis que Doliba
Se entregaba a cualquier rodaballo
Con tal de que le arrimacen panza arriba
Verga de burro, y chorro de caballo.

Un Carajo de un geme, grueso y sano
Es digno de coronas y guirnaldas
Así ante tan potente soberano
Las Nobles y Plebeyas , caen de espaldas.

Hay de Carajos, variedad bastante
Largos, cortos, redondos, puntiagudos!
Derechos y torcidos, servigudos!
Y romos y de punta de Diamante.

Si el miembro de botón, como el de un perro
Se engancha al fornicar y es un estorbo
Y es bueno que sea duro, como un hierro
Y es mejor si es derecho, que no corvo.

En fin, aquí termina mi trabajo
Si algún sensor severo lo condena
Que me eche un buen Carajo... en hora buena
¡Qué más quisiera yo, que buen Carajo!

Fin

2 comentarios:

Yoel Novoa dijo...

Muy agradecido por el Figueroa. Cualquier edad es buena para recibir el nomenclator del aureolo, es útil breva, fútil. Su utilidad excede la necesidad, pues la limitación de mear y eyacular se ve inflamada de barboteos piadosos y creativos.
Es el rescate de palabras perdidas entre himnos sudamericanos.
Yo lo necesité cuando compuse "La mano que aprieta". Hoy la mano que aprieta está afuera de la bragueta, pero tanto en sistema Braile o como lenguaje de sordomudos, se AGRADECE.

Eduardo Orenstein dijo...

Cuando el ingenio del otro supera al propio, es de rigor rendir homenaje, y eso hemos hecho, me alegro que le haya sido útil.